El Daviganismo es una forma de vida. Ser davigano es un honor que no todos pueden conseguir.

Cómo tratar a un davigano

• No ofrezcas a un davigano nada que no esté en su lista de comidas. No le digas que pruebe, no le digas que está muy rico y que no sabe lo que se pierde. El buen davigano ya sabe todo eso y no va a hacer más que ignorarte.

Decálogo del buen davigano

• El davigano no tiene una alimentación estándar. Ser davigano es sinónimo de "sólo como lo que me gusta, y no tengo ninguna intención de probar nada nuevo". Por tanto, cada davigano tendrá su propia lista de alimentos. No todos los daviganos comen lo mismo, pero todos son igual de daviganos. Para ser davigano únicamente tienes que hacer tu lista.
• Procura que tu davigano-lista incluya algo de comida basura. Así, en cualquier lugar del mundo encontrarás al menos un sitio donde comer.
• Intenta introducir una nueva comida cada año, pero si no te apetece, puedes felizmente olvidarte de este punto.
• Si alguna vez decides probar algo y tienes delante a alguien que no acepte tu daviganismo, ni se te ocurra hacerlo. Espera a que se vaya al baño o, mejor, pruébalo otro día que no esté. Si no sigues este punto a rajatabla, te arriesgas a que ya no crean que eres davigano y ya nunca dejen de decirte que pruebes nuevas cosas.
• Cuando te ofrezcan algo fuera de tu lista, prohibido decir frases del estilo "no me gusta", "no me apetece", "no tengo hambre"... Solo infórmale de que no puedes porque eres davigano. Si te pregunta en qué consiste, no se lo expliques: sugierelé que busque en internet y después podréis hablar.
• En un restaurante, empieza por mirar el "Menú infantil". Es donde más fácil (y barato) verás algo que te guste. Cuando ya lo hayas encontrado, puedes continuar leyendo con tranquilidad el resto de la carta.
• Intenta seguir una dieta lo más equilibrada posible. Aunque no comas las típicas cosas de dieta, no las necesitas. Si no sabes bien cómo hacerlo, entrega al nutricionista tu davigano-lista y que te haga menús equilibrados sin salirse un ápice de ella. ¡Se puede! ¡Y se puede adelgazar también!
• Si vas a comer con gente y sabes que habrá platos de fuera de tu daviganismo, es aconsejable que los elimines por grupos, aunque no estés diciendo del todo la verdad.
  Ejemplo: si del mar solo comes merzula y calamares, es preferible que digas que como davigano no ingieres nada procedente del mar. Si no lo haces así, darás pie a que te pregunten una por una si te gustan todas las demás comidas del mar existentes y se sorprendan por cada repetitivo "no" que respondas.
• Disfruta de las ventajas de ser davigano. Casi siempre pedirás lo mismo en tus sitios favoritos, por lo que pronto ya se lo sabrán y conocerán exactamente cómo te gusta que lo preparen, ya sin necesidad de explicárselo.

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